Aunque conceptualmente pudieran ser equivalentes, un
medicamento biosimilar no es un genérico. Los últimos son copias exactas de
moléculas relativamente simples (paracetamol, ácido acetil salicílico),
obtenidos mediante métodos de síntesis química. Los biosimilares, en cambio,
son copias de moléculas muy complejas, de naturaleza proteica, en cuya
producción intervienen procesos y materiales biológicos, como el cultivo de
células o la extracción de productos a partir de organismos vivos, por lo que
no hay un producto exactamente igual a otro. Al ser copias equiparables pero no
exactas de los medicamentos originales, la normativa de los genéricos no es
científicamente apropiada para los biosimilares. “Pequeñas variaciones de la
molécula, incluso en el proceso de fabricación, podría dar lugar a un producto
ligeramente distinto, y, por ello, su fabricación tiene que estar
específicamente regulada”, subraya Begoña Calvo Hernáez, catedrática de
Farmacia de la UPV/EHU.
Los estudios en este campo del grupo de PharmaNanoGene
del área de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Facultad de Farmacia de la
UPV/EHU se iniciaron en 2006, y han dado lugar desde entonces a numerosas
publicaciones, citadas en numerosas ocasiones en revistas de prestigio, entre
las que se encuentra The New England Journal of Medicine.
“Nuestras investigaciones abarcan los estudios que se
deben realizar y exigir a la industria farmacéutica para el desarrollo,
aprobación y seguimiento posterior de medicamentos biosimilares, de acuerdo a
la normativa de la Agencia Europea del Medicamento”, explica Calvo, “para que,
a partir de ahí, las autoridades sanitarias puedan crear el entorno regulatorio
adecuado, y se aumente, al final, la prescripción de estos fármacos, que va a
producir un ahorro importante en los sistemas sanitarios”, añade. Se trata de
una normativa pionera y referente en el mundo, puesta en marcha en el 2004,
gracias a la cual en Europa se han aprobado ya 12 medicamentos biosimilares,
mientras que en Estados Unidos, por ejemplo, todavía no se ha aprobado ninguno.
Ahorro para el sistema sanitario Porcentualmente, el
ahorro producido por los biosimilares no será tan grande como el que suponen
los genéricos, que pueden llegar a producir un ahorro del 40% por prescripción.
Pero al ser medicamentos tan costosos -uno sólo de estos tratamientos puede
reportar ingresos anuales superiores a los 1.000 millones de euros al
laboratorio- una pequeña reducción del coste de producción supone una gran
ventaja para el sistema.
Entre los biosimilares aprobados en Europa se
encuentran la hormona del crecimiento, la eritropoyetina (EPO), el interferón,
y, más recientemente, los primeros biosimilares de anticuerpos monoclonales, en
concreto del Infliximab, destinado al tratamiento de enfermedades autoinmunes
(reumatológicas, psoriásicas y ligadas al Crohn, entre otras), que empezará a
comercializarse a partir de este año. Los anticuerpos monoclonales son
moléculas más complejas aún que los biosimilares iniciales, y se espera
produzcan un impacto “enorme”. Se calcula que la introducción de anticuerpos
monoclonales biosimilares podría ahorrar en Europa más de 20.000 millones de
euros hasta 2020.
Según las previsiones de Instituto de Estudios e
Investigación en Salud IMS, el mercado de los biosimilares podría alcanzar el
10% del mercado de los medicamentos biológicos para 2020, con un volumen de
hasta 25.000 millones de euros.
Calvo no duda de que estamos ante el momento “clave”
en el desarrollo de los biosimilares, “aunque su introducción dependerá de cómo
los quieran promover las autoridades sanitarias. En España, la implantación de
los biosimilares aprobados es desigual: así, mientras que algunos biosimilares
han alcanzado niveles de implantación de alrededor del 50% (caso del
filgrastim, utilizado entre otros fines para combatir la bajada de las defensas
en determinados pacientes oncológicos tratados con quimioterapia), otros, como
las eritropoyetinas, están en torno al 20%, y la hormona del crecimiento
alrededor del 5%.
Referencias:
B. Calvo, L. Zuñiga. “EU’s New Pharmacovigilance Legislation:
Considerations for Biosimilars“. Drug Safety 37: 9-18 (2014).
B. Calvo, L. Zuñiga. “The US approach to biosimilars: the long-awaited FDA
approval pathway“. BioDrugs 26: 357-361 (2012).
B. Calvo, L. Zuñiga. “Therapeutic monoclonal antibodies: strategies and
challenges for biosimilars development“. Current Medicinal Chemistry
19: 4445-4450 (2012).
L. Zuñiga, B. Calvo. “Biosimilars: pharmacovigilance
and risk management“. Pharmacoepidemiology and Drug Safety 19: 661-669
(2010)
Publicaciones en libros:
B. Calvo. ‘Current regulatory
landscape for biosimilars approval’ in Development of Biosimilars, Ed. Paul
Declerck. Future Science Editions. London. 2014. (Próxima publicación).
B. Calvo, L. Zúñiga. ‘Risk Management Plan and Pharmacovigilance system.
Biopharmaceuticals: biosimilars‘ in Risk Management Trends. Ed. G.Nota. InTech. ISBN 978-953-307-314-9. 2011, pp. 251-266. Acceso
gratuito
Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales
suministrados por UPV/EHU Komunikazioa
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Boletín para los medicamentos biológicos y biosimilares
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