Es la relación entre dos productos farmacéuticos
que son equivalentes farmacéuticos y muestran
idéntica biodisponibilidad (tasa y grado de disponibilidad), por lo
cual, después de administrados en la misma dosis molar son similares a tal
grado que sus efectos serian esencialmente los mismos. Por lo tanto, si hay
bioequivalencia, dos productos deben considerarse equivalentes terapéuticos.
¿Porque son importante los estudios de
bioequivalencia?
Para asegurar
intercambiabilidad. El producto nuevo hace uso del conocimiento generado por el
producto innovador, el que ha pasado por diferentes fases de estudio, para
garantizar eficacia y seguridad.Si tienen la misma biodisponibilidad se puede
tener una certeza razonable de que tendrán eficacia y seguridad comparable.
Puede establecerse, en síntesis, que la
bioequivalencia es la biodisponibilidad comparada entre dos productos (test y
referencia), conteniendo el mismo principio activo, en la misma cantidad, en la
misma forma farmacéutica (o alternativa farmacéutica), y administrado por la
misma vía.
La biodisponibilidad explora el rendimiento
comparativo de dos productos (relaciona la velocidad y cantidad con que el
principio activo alcanza la circulación mayor, proviniendo dicho principio
activo de producto test y referencia).
Los estudios de bioequivalencia deben ser
realizados, cuando corresponda, tanto por el productor original como por los
productos similares. El productor original debe realizar estudios de
bioequivalencia cuando, a través de fases clínicas de desarrollo del producto
utiliza, una tecnología farmacéutica dada, pero al finalizar dicho desarrollo
(4-5 años), desea poner en el mercado el medicamento con la mejor tecnología. En
este caso debe demostrar bioequivalencia entre el producto con la nueva
tecnología (producto test) y el producto con que se demostró la eficacia y
seguridad (producto de referencia).
Así mismo cabe destacar que el cambio de sitio de
elaboración es punto crítico para la bioequivalencia.
Conceptos
relacionados con la bioequivalencia
•
Alternativas
farmacéuticas: Productos que contienen la misma molécula activa en la diferente
dosis o diferente forma farmacéutica o diferente sal, y cumplen con los
estándares de control de calidad.
•
Equivalentes
farmacéuticos: Productos que contienen la misma molécula activa en la misma
dosis y en la misma forma farmacéutica y la misma sal y cumplen con los estándares de control de
calidad.
•
Equivalentes
terapéuticos: Productos que presentan la misma eficacia y seguridad que el
producto innovador.
•
Producto
innovador: Producto farmacéutico que tiene (tuvo) la patente a nivel mundial y
fue registrado con la documentación de su eficacia, seguridad y calidad.
•
Producto
genérico: Producto cuya patente ha vencido y que se comercializa con un nombre
genérico o con una marca.
¿Deben ser sometidos todos los productos a estudios de bioequivalencia?
Por
una parte se acepta internacionalmente que existen formas farmacéuticas que no
requieren estudios de bioequivalencia (OMS 1996)
Por
otro lado, de acuerdo con las características de solubilidad y permeabioidad, pueden existir excepciones (FDA 2000)
Las
formas farmacéutica que no requieren estudios de bioequivalencia son los
siguientes:
a)
Soluciones
acuosas
b)
Soluciones
para uso oral
c)
Gases
medicinales
d)
Polvos
granulados para ser reconstituidos como solución
e)
Soluciones
ópticas u oftálmicas
f)
FF
de aplicación tópica, dérmica o mucosa sin efecto terapéutico sistémico
g)
FF
inhalables o aerosoles nasales en soluciones acuosas
h)
FF
de administración oral cuyos principios activos no necesitan ser absorbidos
para ejercer su acción terapéutica
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